Nueva obra inspirada por Fray Jesús

Acuarela. Sandra Baldó de Andrés. 2013

"Yo quedo no sólo admirado, sino que veo que hay mucho gusto interior expresado en él, rezuma la  verdadera ternura que él tenía y la comunicaba a los demás. Hay toques de belleza  que reflejan pensamientos de mística y espiritualidad. Se ven en él rasgos de su rostro y gestos de sentimientos que revelan el gozo incontenible, como el que está en posesión de la verdad y se siente purificado por la gracia. Es un rostro real, vivo, operante, lleno de fuerza, de vida, de sentimientos; pero al mismo tiempo es un rostro espiritualizado, está cargado de psicología-espiritual, donde se adivina un mundo lleno de belleza que trasciende, que va más allá de lo que se ve, de lo tangible, de lo efímero, de lo precario. La sola cabeza refleja e irradia el universo que encierra todo el cosmos de gracia, sabiduría, perfección y santidad, como un nuevo mundo creado por la mano del gran Artista: Dios. La obra es pequeña, pero es un catedral llena de belleza artística, de historia, de recuerdos, donde vive y se presiente la gracia y la santidad."
Arsenio Muñoz