Presentación

Dicho muy sencillamente: todos hemos sido transformados por el Bautismo, al recibir la gracia. Esto supone, además de otras cuestiones que dejamos a los teólogos, que somos capacitados para mantener relaciones interpersonales con Dios, somos capacitados para una actividad sobrenatural. Y esto, sin perder nuestra naturaleza histórica ni nuestras facultades naturales.

Aunque sea una simplificación, la espiritualidad de la persona es, precisamente, el resultado de todo lo que vive el hombre, considerado en sus determinaciones culturales, personales, históricas y sociales, revestido de la gracia.

El libro que tienes entre las manos es el esfuerzo de Fr. Arsenio Muñoz por adentrarse en la espiritualidad de Fr. Jesús de la Cruz, y mostrárnosla. Es el intento de explicar lo que en este hermano franciscano ha ido siendo fruto y manifestación de la gracia, evidenciada en su naturaleza y, en ocasiones, a pesar de ella.

Quien se deja modelar por la gracia se convierte en testigo y en heraldo, se vuelve portavoz de una llamada que viene del mismo Dios y resulta estímulo que hace plausible la meta para quien quiera moverse también al impulso de la gracia.

Estas páginas nos presentan cómo Fr. Jesús encuentra ese testigo: la Venerable Madre Ágreda; la Mística Ciudad de Dios le lleva a María; María le lleva al Señor; y ya no puede sino vivir para ese Señor, al que se entrega de forma apasionada por el camino ascético y espiritual de las devociones.

Son caminos...

Deseo que el lector, a la luz de "el alma oculta de un místico", descubra los propios y se aventure a recorrerlos.

Y agradezco a Fr. Arsenio su solicitud por acercarnos a este hombre de Dios, Fr. Jesús de la Cruz, en cuya experiencia espiritual podemos encontrar luz para no desatender la nuestra.