Sra. Rosa Mac-Mahon Ordoñana

Vive en Arenas de S. Pedro, Ávila.

Los de Arenas echamos mucho de menos a Fr. Jesús, como también nuestras charlas espirituales con él al salir de la misa; nos sentíamos a gusto escuchándole a él. Los niños siempre recibían algún consejo, a la pequeña le decía: quiere siempre mucho a tus papás, que eso vale un imperio. Alababa a la familia unida y decía que había que luchar para que el matrimonio estuviera muy unido.

Rezaba el Ángelus a la Virgen con mucha devoción. Sentía una gran devoción por la Virgen, por Cristo y San Pedro, de ellos hablaba con fervor y pasión. Visitaba a enfermos y pobres, les llevaba cosas de comida y lo que necesitaban, especialmente iba a los de las casas baratas. Siempre le gustaba hablar a los niños, darles dulces, decirles cosas buenas. A mis hijos siempre les decía que fueran obedientes y buenos. Que los padres representan a Dios. Estoy segura que está en el cielo con los santos.

Fr. Jesús ha sido el mejor modelo e imitador de San Pedro. Los pintores y escultores le tomaron por modelo. Qué pena que no hayamos sabido ver en él ese parecido con San Pedro, que él llevaba dentro, con tanta humildad y sencillez franciscana.