Las HH. Carmelita de Arenas de San Pedro (Ávila)
Vamos recibiendo la información sobre sus trabajos en el Proceso del hermano Jesús de la Cruz, y me encarga nuestra Madre, le envíe estas letras, contándole los recuerdos que tenemos en la comunidad.
En las visitas de personas que le conocían, siempre nos comentaban cosas, cómo le veían lleno de Dios y a la vez muy sencillo y amable con todos, tanto que le decían su parecido con el de San Pedro de Alcántara, lo mismo en su virtud que en su figura exterior, tan alto y delgado vistiendo siempre su hábito franciscano. Así le vimos cuando venía al torno para traernos los purificadores del Santuario, pues desde nuestra fundación, Ntra. Santa Madre Maravillas, quiso que nos ocupáramos de ellos. - Uno de los detalles que nos sirvió desde entonces para acrecentar la unión entre las dos Comunidades-. Algunas veces coincidía cuando abríamos la puerta reglar, la llegada del Hermano Jesús, aunque nosotras no tenemos costumbre de hablar con la puerta abierta, el Hermano Jesús se acercaba con sumo recogimiento y pocas palabras, siempre nos decía algo fervoroso, que nos hacía sentir un "no se qué", transmitiéndonos el Amor de Dios que le llenaba el alma.
De visita al locutorio sólo le recordamos una vez. Fuimos toda la Comunidad a verle y como siempre, nos edificó con su encanto y sencillez, animándonos a ser muy santas. Nos decía: "La mejor carmelita será la que desee ser la última de todas y la que tenga más caridad"... En esto llamaron a la puerta unos señores preguntando por Carlos Paredes...Hubo un momento de silencio y contestó él: "Carlos no, Carlos murió... ahora es Fr. Jesús de la Cruz". (Eran sus hermanos o familiares que venían a verle después de mucho tiempo que no sabían de él...
Nos impresionó su contestación con tanta suavidad, haciéndonos ver cómo vivía él su entrega en la vida religiosa tan total, olvidado de sí, sólo pendiente del Señor. Las que lo presenciamos no lo podemos olvidar y en nuestras recreaciones lo hemos recordado muchísimas veces ¡edificadísimas!, todas sentimos en el alma un "algo" de Dios muy especial, que se lo agradecimos como un grandísimo regalo, sintiendo una santa envidia al palpar tanta virtud y deseando llegar a ser como él, para agradar y consolar al Corazón de Jesús.
De esto han pasado muchos años, pero lo tenemos muy vivo en el corazón. Ntra. Sta. Madre Maravillas ya había ido a la fundación de Aldehuela.
Padre, no se si estos recuerdos le servirán para el proceso, ¡Nos encantaría! Pídale al Hermano Jesús nos ayude en el fervor y entusiasmo con que él vivió su vida religiosa.
Le pido me perdone tanto como he retrasado estas letras que Ntra. Madre me encargó hace tiempo y no se por qué he dejado pasar tanto, pues estamos con verdadero interés de que el Proceso llegue a su fin para mucha gloria de Dios y bien de las almas.
Siempre seguimos muy unidos en el sagrario. Encomendemos en los 450 años de Ntra. Sta. Reforma, que tanto tenemos que agradecer a San Pedro de Alcántara, ya tan enfermo, cómo aseguró a Ntra. Madre Sta. Teresa en la fundación de su primer conventito de San José de Ávila ¡nuestra Casa Madre!
Confiamos en la ayuda de sus fervorosas oraciones, especialmente en el Sto. Sacrificio de la Misa, para llegar a ser como Ntras. Stas. Madres deseaban a sus hijas.
En nombre de nuestra madre y comunidad le pide su bendición su pobre capellana.
Ma. Elena del Niño Jesús. CD.
