“Dejad que los niños vengan a mí. Y los abrazaba...” (Mc. 10, 14)



LA DICHA DE DAR

El pobre da de lo poco que tiene. Y da sin poder, sin exigencia. Comprende quien da. Mira la pequeñez de todos, y la igualdad. El que da no es superior, ni dueño, sino igual y tan necesitado.

En el Evangelio es continuo el momento de dar, entregar, donar, compadecerse, acoger, sanar, revelar, perdonar, indicar el amor.

En el cuadro hay acogida, donación. Lo mismo que cuentan los testimonios. Fray Jesús de la Cruz daba a los pobres, sonreía a todos, quiso a todos en la oración, el trabajo, el trato, el silencio y las palabras.

Para los más pequeños y abandonados tuvo siempre las manos abiertas para entregar la dádiva del amor de Dios, del regalo de los demás, la comprensión hacia todos "por el mismo origen humano y divino", somos hijos y hermanos.

El gozo de dar está en ver la alegría y el amor en quien recibe. Esto edifica.