Amad a los pobres, curad a los enfermos... pues a mí me lo hicisteis (Mt. 25, 40)


Lavaos los pies. 

Es una dicha el encontrar una casa donde la caridad domina todo el ambiente.

Es una gracia el encontrar una Comunidad donde entre todos se respete la intimidad, y se cultive la caridad hasta lavar los pies unos a otros.

"Os he dado ejemplo", dice el Señor.

Fray Jesús quiso copiar este gesto tan lleno de cercanía con todos los más pobres. Es más quien más sirve amablemente, sin poderío, sin herir

"A mí me lo hicisteis".
Está la lectura del evangelio según san Mateo, en el capítulo 25. Oigo el no multiplicar palabras o discursos, el no pasar de largo, el a mí me lo habéis hecho.

Visitar a los pobres, dar de comer, lavar los pies y todo el cuerpo a un borracho en una cueva maloliente, arreglar la vivienda, colocar las primeras bombillas en casas muy pobres, producir tanta hortaliza en la huerta, cuidar de la calefacción, arreglar las habitaciones, colocar las vigas de cemento, arar y cavar. Todo es hacer el bien para la alegría y vida de los demás.

Si uno se abaja hasta lavar los pies de un pobre, y no critica, y bendice al Señor, y se cree tan pobre y hermano, y se sabe redimido por el mismo amor que está transmitiendo, y no se siente superior sino tan necesitado de la misericordia de Dios... entonces tiene caridad. Cuando se es pobre con el pobre, y se da el amor recibido.