¡Benditos los pies del mensajero que trae la paz!

Autor: Manuel Prieto

Estos pies estuvieron enterrados en los surcos
mientras se llenaban del agua de riego.
Estos pies fueron peregrinos para pedir limosna.
Estos pies fueron eternos pordioseros ante el Señor.

Muestran la deformidad, el cansancio,
algo ya roto por el trabajo y los años.

Fruto de haber cargado con las miserias propias y ajenas,
con los oficios de servidor.

Los pies de barro...